Es normal que un amigo/a te presente a
alguien, la idea es conocer gente nueva, salir, y dependiendo de tus gustos,
podes llegar a terminar "comiendo" algo interesante. ¡Ni hablemos de
que la pegan y terminan encontrando tú media naranja! ¿Ahora, qué pasa cuando
es CITA A CIEGAS?
Me caracterizo por tener excelentes
anécdotas de citas (mis amigas se divierten a costa de) y con el paso los años
no ha sido la excepción.
Cita ciegas "Señor Miyagui"
Me pasó a buscar por casa. La primera
impresión fue dudosa, su aspecto físico era raro, (prolijidad obsesiva y en
demasía sobre la línea y bordes de su barba) su vestimenta me traslado a Fórum
matinée (que épocas).
Decidimos cenar en un resto de
comida mexicana. A medida que la noche avanzaba, me autoconvencía de que
podía existir una "segunda cita", sobre todo basándome en la
filosofía de "No te quedes con la primera impresión". Las Margaritas
comenzaron a hacer efecto y delataron datos comprometedores como más de 40
años y aún en lo de sus viejos (sumados otros datos de color que no vienen al
caso). Al volver a casa, mientras me ponía el pijama, pensaba... no
salió tan mal... la vestimenta se cambia (no todos nacen con buen gusto) y
la independencia en algún momento les llega...
Pasaron los días y se pactó una segunda cita pero esta vez fue más íntima. Un vino
en mi departamento (¡esta noche como!). Creo que jamás me desconcertó ni me
bajo tanto una noche un hombre... (sí, han habido otras...) Bajo el efecto del
vino (me relaja y me creo sexy) sólo pensaba en "me chapas o te
vas" (frialdad en su máximo esplendor), ya que llevaba
"fumándome" 2 de 5 vídeos de sus clases de entrenamiento. Me fui al
cuarto y me tire en la cama (movida clásica de mensaje subliminal). Recuerdo
que él se acercó y lo único que se le ocurrió hacer fue contarme de su ex
relación. Fue entonces cuando me dormí. Me despertó al rato para despedirse. Obviamente
fue "Trend Topic" el Señor Miyagui entre mis amigas, donde el consejo
célebre fue "¡no le des más bola, basta de caridad!"
Pasaron los meses y el Señor Miyagui cada
tanto se hacía presente bajo un mensaje especulando un nuevo encuentro y hasta
con tono sexual por momentos. Una, a veces, está en modo "caridad" y
no filtra de entrada (gran error). Accedí a una tercer cita; me buscó con el
pretexto de mostrarme su auto nuevo (lo cual me parece bajativo) como si fuera
vidente, se me cruzo el pensamiento de que existía la posibilidad de que me
llevara por el Parque, lo cual me dije "naaaah no creo..." Mujeres,
escuchen su sexto sentido por algo lo tenemos. Me llevó a dar vueltas a la
rotonda y enfatizó que tenía un "porroncito" en el baúl. Le deje claro que no me
copaba mucho el programa (te quedaste en los años 90 Miyagui) y se ofreció a
llevarme a casa, pero… “primero quiero disfrutar de un pucho" me dijo.
Llegamos a casa y obviamente terminó bajándose. Cuando yo ya pensaba que nada
podía boicotear más la noche, trajo del auto una guitarra y dos biblioratos de
cancioneros. Ante la sorpresa, me dio cosa cortarle la onda (caridad) y deje
que tocara un par de temas (la gran verano del 98)... en ese preciso momento me
empezó a doler la cabeza y me dije a mi misma ¿por qué estoy con alguien que no
me gusta? ¡¡Pare de sufrir!! Decidí con educación pedirle la gran córtame la música. Lo acompañe a la puerta y cuando se estaba yendo,
tuvo el tupe de tratar de darme un beso (¡¿ahora querés chapar?!) y fue
automático mi "oso". A lo lejos se oyó..."que se te caiga un
mensaje algún día..." y mi respuesta es obvia...la tercera es la vencida.
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